Déjala que se pierda en tu oscuridad,
No le muestres la frágil luz de tu farol.
No lo entregues todo, esconde el alma,
El corazón pon en la coraza de obsidiana.
Que dé rondas en el laberinto en sombras
Hasta que sus lágrimas le aclaren la senda.
Sino aguanta que dé la media vuelta,
Que se vaya, no es la indicada, se saturó.
No morderá ni besara el albor latente,
La luna llena tragada por el dragón.
Si desea frotar la lámpara, que busque
Y se deje caldear por la confusión.
Llamas negras que custodian la luz,
Trampas que obstruyen el camino.
Quizás así aprecien más al caballero…
Al caballero, a la bestia indómita
Que la invita a sus mazmorras,
Para evaluar con barbarie su amor.
Ya estamos de vuelta
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¿Cómo va esto de los blogs? Ya hace tiempo que no me daba una vuelta por
acá. No tengo excusa. No puedo decir que por falta de tiempo aunque ahora
siento ...
Hace 1 hora
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